Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

jueves, 5 de marzo de 2015

PRESENTACIÓN DE MATERIAS

MATERIAS PRIMER AÑO:

EDIPO, FALO Y CASTRACIÓN

A cargo de Stella Maris Perandones y Ruth Taiano
Asociados: Carina Natale, Rebeca Silberman y Silvina Dalmasso.

UNIDAD 1 LA CUESTION DEL ORIGEN. MITO-ESTRUCTURA
El mito en el origen. Contexto en el que Freud produce el hallazgo inaugural del Complejo de Edipo. Edipo en la tragedia: Edipo rey y Edipo en Colona, Edipo en la neurosis.
El Complejo  de Edipo como estructurante de la constitución subjetiva.
Tótem y Tabú: el padre en el Origen.
La novela familiar; el mito individual. El fantasma como cicatriz del Complejo de Edipo.
Bibliografía:
Sófocles, Edipo Rey
Freud,  S.    Tótem y Tabú (1912-13)
                     La novela familiar del neurótico (1908-09)
Lacan, J.      Intervenciones y textos I :  El mito individual del neurótico
Le Gaufey, Guy.  La evicción del origen Cap: El padre freudiano

UNIDAD 2 LA FUNCIÓN DEL PADRE EN LA SUBJETIVIDAD
Primacía del  falo. Complejo de Castración. La primacía de lo simbólico: no hay Edipo sin padre.
El padre como representante de la ley. El padre como soporte del discurso.
Metáfora paterna. El padre como barreta al goce de la madre.
Los tres tiempos del Edipo: dialéctica de la frustración; privación: el padre imaginario; castración: el padre real.
Bibliografía
Freud,  S.  La organización genital infantil (1923)
                  La disolución del complejo de Edipo ((1924)

Masotta, O: Lecturas de Psicoanálisis, Freud, Lacan: Capítulo 6: El falo, fundamento del fundamento
Lacan, J.  Seminario IV, Las Relaciones de Objeto y las Esfreudianas. Clases 12/12/56 y 13/3/57
                 Seminario V Las Formaciones del Inconsciente Clases 15/01/58 y 22/01/58

 UNIDAD 3 DEL MITO A LA LÓGICA
El lenguaje como barrera al goce: prohibición de lo imposible. La significación del falo: articulación cuerpo y significante. El falo: significante de la castración.
El mito de Edipo: un sueño de Freud. El mito y lo real.
El padre real como operador estructural. La noción de padre muerto.
Bibliografía
Lacan, J     Escritos II  La significación del falo
                   La subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano
                   Seminario 17   El Reverso del Psicoanálisis Clases 6, 7, 8 y 9
Jullien, Phillipe: El manto de Noé, capítulo II Una triple dimensión.

UNIDAD 4 LÓGICA DE LA SEXUACIÓN.
Lógica de la castración: no hay relación sexual. La asunción del sexo más allá de las diferencias sexuales anatómicas. Las fórmulas de la sexuación.
El falo como ordenador del goce sexual. La función fálica y el otro sexo.  Diferencia entre significación fálica y goce fálico.
Bibliografía
Freud, S.   Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia sexual anatómica (1925)
Lacan, J     Seminario XX Aún Cap VI Dios y el goce de la mujer Punto 3
                                                y cap VII Una carta del amor
Millot, Catherine:   Nobodady, La histeria en el siglo

UNIDAD 5 MÁS ALLÁ DEL PADRE
La roca de la castración: La envidia del pene y la amenaza de castración.
Su articulación con el fin de análisis. La destitución del padre ideal.  El duelo por la posición fálica.
Más allá del padre: servirse de sus dones.
Más allá del padre y posición del analista.

Bibliografía
Freud, S.  Un trastorno de la memoria en la Acrópolis (1936)
Estacolchic, R.  Apuntes clínicos de un psicoanalista Capítulos: Versiones clínicas del padre y Más allá del padre


INCONSCIENTE Y REPETICIÓN

Materia :  Inconciente y repetición  2017
A cargo de Masu Sebastian y Nelly Urbina

Fundamentación

“La  omisión es lo que enferma”  S. Freud
“Nunca me dediqué a otra cosa que a ese saber llamado inconsciente”. J. Lacan

Cada vez que un analista se propone abordar el concepto del Inconsciente en el campo de la enseñanza se ve enfrentado a practicar la dificultad. La complejidad del concepto viene asociada a las condiciones a que está supeditado: adentrarse en él, abordarlo realmente es posible sólo por la vía de una experiencia.

Si enseñar es abrirse paso, trazar algunas rutas en el camino, ¿cómo trazarlas cuando se trata del inconsciente?

En principio, decidimos atenernos a los pasos que aprendimos a dar con Freud: ir a los hechos de la experiencia, leerlos, ponerlos a prueba, partiendo siempre desde allí. Él mismo supo, a su vez, aprenderlo de Charcot: “la teoría está bien, pero eso no impide existir”. Valiéndonos, entonces, de los “casos” clásicos, de los de nuestra práctica cotidiana, de los de los colegas que cursen con nosotras y quieran exponerlos, recorreremos nuestras preguntas. Las que ya tenemos, razón por la cual nos presentamos, y las que surjan, lo damos por descontado, por efecto del trabajo. Porque el inconsciente es siempre lo que se dice, una puesta en acto de nuestro decir pretendería ir más allá de lo que nosotras mismas sabemos. Sólo de esa manera, daríamos lugar a la oportunidad de alguna extrañeza que nos cause y nos interrogue; que nos permita renovar nuestra relación al saber en lo que nos concierne como analistas.

Michel Foucault atribuye a Freud el estatuto de instaurador de discursividad, no solo por la obra que produjo, sino porque obliga a quienquiera hablar de psicoanálisis a pasar por su letra. Se trata de una creación muy particular: la fundación del inconsciente producida desde el propio inconsciente.  Si Freud se implicó para descubrirlo ¿por qué razón dejaríamos de hacerlo al decidir recorrerlo?  

En el capítulo VII de La interpretación de los sueños Freud irá definiendo el Inconsciente, los fenómenos con los  que trabaja y nos pone a trabajar. Sigue siendo admirable el valor que él le asigna al tropiezo, a la emergencia de ellos,  invitando a leerlos desde la vida cotidiana, a través de los sueños, actos fallidos, y el chiste o la agudeza. Va configurando la materia, absolutamente novedosa y desechada por otras disciplinas,  con que trabajamos los analistas: fallas, fisuras, jirones, ocurrencias, y allí es,  donde  va a buscar el Inconsciente. Fenómenos que producen sorpresa, conmoción para el sujeto en la medida que le revela  algún deseo propio. Hallazgo, que en cuanto se presenta es rehallazgo, siempre dispuesto a escabullirse, instaurando nuevamente la dimensión de la pérdida.

Recorreremos el Inconsciente y sus formaciones, las operaciones allí involucradas de lectura, cifrado, descifrado. Pasos que Freud ha dado, desde el momento en que escuchó a sus histéricas. “¡Qué convincente era el proceso de la rememoración en las primeras histéricas!” Sin embargo, debimos aprender que eso no marchaba más que hasta un cierto límite, lo real. Lo que siempre vuelve al mismo sitio. Ese tope, encontrarse con ese tope es la condición misma de la repetición. Distintas modulaciones a ser desplegadas, rememorar, reproducir, repetir. Trabajar el concepto de repetición, esencial para captar el de inconsciente, nos lleva necesariamente a revisar la pulsión. Conceptos solidarios a ser revisados. En Más allá del principio del  placer “la pulsión es aprehendida en los términos más universales como un  esfuerzo por repetir una situación que había existido una vez y fue cancelada por una perturbación externa”. Es esa falta lo que motiva a ese drang de la pulsión como esfuerzo o perentoriedad por repetir. Dando una vuelta más, ir abordando la repetición no sólo como simbólica sino fundamentalmente como real, como tyche.
  
La función de repetición lo llevó a Freud a decir “nada puede ser captado, destruido ni quemado, sino de manera como se dice simbólica, in effigie, in absentia”. Fórmula que determina el lugar del analista formando parte del inconsciente.

Si por inconsciente entendemos “lo que se instituye de lo imposible de reconocer”, abordarlo es, fundamentalmente hacer lugar al sujeto. A la spaltung, esa división incurable, que sólo se trata atendiendo al inconsciente. Por las vías con las que contamos, las del lenguaje. Efecto de esa relectura es su fórmula, su “hilito”, según él mismo testimonia: “el inconsciente está estructurado como un lenguaje”. Hay escritura en lo inconsciente dice Lacan que ha sabido poner su lupa sobre el texto de Freud. Así, el sueño, el lapsus y el chiste se definen por lo legible. De igual modo, el síntoma. La necesidad lógica que tiene el inconsciente como discurso hace del síntoma el orden por el que se revela nuestra política; a partir de ese orden es posible la interpretación. Todas estas formaciones se producen para ser leídas, están ligadas a una doble economía: la de la escritura y la de la palabra. Es en lo legible, en lo que consiste el saber. El inconsciente es el único patrimonio de saber para el interés del sujeto en pos de que la elaboración de ese saber, deje advenir un límite, ese ombligo, ese real.

La lectura a la que se arribe del inconsciente determinará la finalidad de una cura. Y el inconsciente quiere el fin, lo busca, como puede leerse  en el seminario 11: “El inconsciente se encuentra en la orilla estrictamente opuesta a la del amor”.  Pista lacaniana para direccionar la cura que  apunte al fin de un análisis.

Ejes:

a) Fundación del inconsciente desde el inconsciente

Construcción del concepto. El sujeto barrado. De donde está supuestamente inscripto a reinscribirse nuevamente. El inconsciente como saber disarmónico.  Correspondencia de Freud. Vacilaciones y hallazgos que dan cuenta de su invención. La institución de la peste. El psicoanálisis fundado por un sueño de Freud.

Las formaciones del inconsciente.  Sueño de Inyección de Irma. La interpretación de los sueños de Freud. La lectura de Lacan sobre el mismo sueño. De dejarse llamar por Irma a llamarnos a los analistas. Trasmisión y legado del psicoanálisis
           
Inconsciente estructurado como un lenguaje. La Urverdrangt.  Aquello del inconsciente que nunca será interpretado. No hay sujeto más que por un significante y para otro significante. Ningún significante puede significarse a sí mismo. Caso Signorelli. El olvido del nombre. Los pensamientos reprimidos y la pregunta. La implicación de Freud frente a la muerte. La omisión y la emergencia de palabra

b) Inconsciente articulado a la repetición.

“El inconsciente no es perder la memoria, es no acordarse de lo que se sabe”. Memoria y pensamiento de repetición: diferencias.  Distintas modulaciones a ser desplegadas, rememorar, reproducir, repetir. Mensaje que insiste. La repetición: función simbólica, función real: automatón y tyche.  Política del inconsciente. El síntoma instituye el orden por el cual se revela nuestra política. Del inconsciente a la cura. A nivel del discurso no hay universo. Falta y repetición. La letra que falta da lugar a que otras funcionen. La carta robada de Edgard Allan Poe y  la reescritura de Borges

La trama -Borges

Para que su horror sea perfecto, César, acosado al pie de una estatua por los impacientes puñales de sus amigos, descubre entre las caras y los aceros la de Marco Junio Bruto, su protegido, acaso su hijo, y ya no se defiende y exclama: ¡Tú también, hijo mío!. Shakespeare y Quevedo recogen el patético grito.
Al destino le agradan las repeticiones, las variantes, las simetrías; diecinueve siglos después, en el sur de la provincia de Buenos Aires, un gaucho es agredido por otros gauchos  y, al caer, reconoce a un ahijado suyo y le dice con mansa reconvención y lenta sorpresa (estas palabras hay que oírlas, no leerlas): ¡ Pero che! Lo matan a uno y no sabe que muere para que se repita una escena.

c) Inconciente y su relación con la escritura

La economía  de la escritura y el chiste freudiano. La escritura del sueño, síntoma, lapsus, olvido. “Todo lapsus es calami”. La vía del acto inconsciente. El inconsciente y el no soy. La sorpresa, la risa. El “familionario” de Freud. Leer en lo que se oye. De cómo el analista participa de la escritura del análisis. El juego con el equívoco y la abolición de sentido.



MATERIAS SEGUNDO AÑO

PULSIONES

A cargo de: Edgardo Haimovich
Invitados: Rosa Czerniuk, Noemí Nucenovich, Laura Rozemberg

La propuesta apunta a considerar las consecuencias en la teoría y en la práctica analítica de los problemas que introduce el “concepto” de pulsión.
Su ubicación en el lugar de los fundamentos deriva del planteo freudiano que concibe al síntoma como la “vida sexual de los neuróticos”.
Si la pulsión es un eco en el cuerpo del hecho de que hay un decir, esto exige interrogar las incidencias sobre el cuerpo de la estructura del lenguaje y de la función de la palabra.
Se pone así de relieve que el cuerpo que interesa al psicoanálisis no se reduce a la “extensión”, y por lo tanto no obedece a las leyes de la anatomía.
Que sea un cuerpo pulsional implica que el régimen del placer en el que resulta tomado comporta el (re)encuentro de una satisfacción que desvía, perturba y excede tanto la que concierne a las necesidades vitales como la que acomoda el placer al principio de homeostasis.
Resulta insoslayable dar cuenta de una satisfacción que se logra fallando el encuentro con el objeto, falla que empuja perentoriamente a una repetición de su circuito.
Esta paradoja llega al extremo de hacer de la sublimación, con su cambio de fin, uno de los modos más logrados del fallar.
Acaso sea la pulsión el lugar en el que retornan las complejidades de la cuestión del trauma, una vez “abandonada” por Freud la teoría traumática del síntoma.
Si la fantasía, heredera del trauma en la etiología del síntoma, corría el riesgo de empujar al psicoanálisis hacia una pendiente idealista, el “grano de arena” pulsional de la fantasía recupera esa dimensión de núcleo real, refractario a la representación, presente en el trauma en tanto inasimilable.
En este contexto se sitúa el debate sobre la “serie” de las organizaciones pulsionales, con las polaridades que les corresponden, su articulación con la fase fálica y por ende sus relaciones con la no inscripción de la diferencia sexual.
A esto se agrega la cuestión de la pulsión de muerte, entendida no como un término que hace par con Eros, sino como un principio de discordia que afecta al campo libidinal mismo, introduciendo un “silencio” en el que es menester distinguir sus formas más mortificantes (melancolía, autismo de las psicosis) de aquellas otras en las que dicho silencio opera como causa de deseo.


Punteo esquemático de los principales temas a desarrollar:
1)    Teorías freudianas de las pulsiones
a)    Los "dualismos” pulsionales
b)    La pulsión de muerte

2)    Las pulsiones y la segunda tópica freudiana
a)    El yo: destino narcisista de las pulsiones
b)    El superyó: abogado del ello
Imperativo superyoico de goce
c)    El ello: esquemas filogenéticos. Anclaje de las pulsiones en el “saber de la especie”
d)    La fantasía: soldadura de la pulsión en el marco edípico

3)    Dimensión pulsional de la sexualidad
a)    Perversión polimorfa
b)    Organización genital infantil
c)    Las faltas pulsionales y la falta fálica

4)    Concepción lacaniana de las pulsiones
a)    Montaje de la pulsión y su circuito
b)    La relación con la demanda, el deseo y el goce
c)    La “otra satisfacción”
d)    Los objetos y el objeto (a)
e)    Pulsión y sublimación

5)    Las pulsiones en la experiencia analítica
a)    Su incidencia en la transferencia y la resistencia
b)    Su lugar en la posición del analista
c)    Su lugar en la interpretación, el acto analítico y la declinación de la transferencia
d)    La dimensión pulsional en la psicopatología en su diversidad clínica y en el “carácter”
e)    Controversias en torno a las llamadas “patologías del acto”, “impulsiones”, etc.

6)    Teoría Kleiniana de los instintos
Instinto de muerte: destructividad y envidia primaria

TRANSFERENCIA Y DIRECCIÓN DE LA CURA

Profesor Titular: Lic. Gustavo Rebagliati
Profesores asociados: Lic. Diana Golluscio - Lic
 Gabriel Linari - Lic. Gloria Pisanu' - Lic. Leonor Suárez

Consideramos central que la conjunción de Transferencia y  Dirección de la Cura constituya uno de los pilares del Psicoanálisis y por tanto lo sea, también, de la formación del Curso Prolongado de Postgrado en Psicoanálisis.
Es el abandono del análisis de la emblemática paciente Dora que sorprende a Freud obligándolo a re-pensar la transferencia, a virar desde un falso enlace donde los deseos inconscientes se actualizan en la persona del médico, hacia la transferencia como motor de la cura.
La enseñanza de Lacan despliega sus desarrollos teóricos, desde la desestimación de la intersubjetividad hasta la noción de Sujeto Supuesto  Saber;  y también, el transporte del objeto “a” del fantasma del analizante, a la función de “agalma” soportado por el analista encarnado en la transferencia.
Sin transferencia no habría análisis posible, es por la puesta en juego de esa especial relación, analista-analizante, que se producirá un encuentro y una dirección de la cura, posible.
En el quehacer de la transmisión, no podremos soslayar
la relación del sujeto con la época. Ya señalada  por Lacan en la célebre frase:"Mejor que renuncie quien no pueda unir su horizonte a la subjetividad de la época" confronta al analista nuevamente, con su responsabilidad y su ética.
Es posible aun sostener aquel:“les traemos la peste...”?
Nuestra pretensión, nuestra apuesta estará dirigida a interrogar los conceptos, las imposturas, los sobreentendidos. Interrogar  la clínica, su lógica, operatoria y eficacia.
El programa parte del Marco Teórico de cada tema; luego el trabajo en Grupos de investigación de Textos ,dinámicamente articulados a través de la presentación de recortes clínicos pertinentes.

MATERIAS TERCER AÑO

INHIBICIÓN, SÍNTOMA Y ANGUSTIA

A cargo de Adrián Kripper
Asociados: Ariel Abelairas, Gladys Muller, Paula Eskenazi

PSICOSIS


Titular: Dr. Norberto Giarcovich
Docente invitado: Lic. Raúl Sommer

Objetivos y ejes temáticos
Se propone un trabajo de lectura e investigación sobre la cuestión de las psicosis desde el campo del psicoanálisis.
Si bien se incluirá nosografía psiquiátrica, los ejes teóricos son aquellos aportados por Freud y Lacan.
Ubicaremos en primer término la cuestión de La paranoia ya que esta tiene un lugar privilegiado en la doctrina freudiana.
Luego, La parafrenia y las formas clínicas de La esquizofrenia.
Por último trabajaremos lo concerniente a La melancolía, La manía y La erotomanía, junto con la llamada Folie á deux.