MATERIAS PRIMER AÑO:
EDIPO, FALO Y
CASTRACIÓN
A cargo de Stella Maris Perandones y Ruth Taiano
Asociados: Carina Natale, Rebeca Silberman y Silvina Dalmasso.
UNIDAD 1 LA CUESTION DEL ORIGEN.
MITO-ESTRUCTURA
El mito en el origen. Contexto en el que Freud produce el hallazgo
inaugural del Complejo de Edipo. Edipo en la tragedia: Edipo rey y Edipo en
Colona, Edipo en la neurosis.
El Complejo de Edipo como
estructurante de la constitución subjetiva.
Tótem y Tabú: el padre en el Origen.
La novela familiar; el mito individual. El fantasma como cicatriz del Complejo
de Edipo.
Bibliografía:
Sófocles, Edipo Rey
Freud, S. Tótem y
Tabú (1912-13)
La novela familiar del
neurótico (1908-09)
Lacan, J. Intervenciones y textos I : El mito individual del neurótico
Le Gaufey, Guy. La evicción del origen Cap: El padre freudiano
UNIDAD 2 LA FUNCIÓN DEL PADRE EN LA
SUBJETIVIDAD
Primacía del falo. Complejo de
Castración. La primacía de lo simbólico: no hay Edipo sin padre.
El padre como representante de la ley. El padre como soporte del
discurso.
Metáfora paterna. El padre como barreta al goce de la madre.
Los tres tiempos del Edipo: dialéctica de la frustración; privación: el
padre imaginario; castración: el padre real.
Bibliografía
Freud, S. La organización genital infantil (1923)
La
disolución del complejo de Edipo ((1924)
Masotta, O: Lecturas de Psicoanálisis, Freud, Lacan: Capítulo 6: El
falo, fundamento del fundamento
Lacan, J. Seminario IV, Las
Relaciones de Objeto y las Esfreudianas. Clases 12/12/56 y 13/3/57
Seminario
V Las Formaciones del Inconsciente Clases 15/01/58 y 22/01/58
UNIDAD 3 DEL MITO A LA LÓGICA
El lenguaje como barrera al goce: prohibición de lo imposible. La
significación del falo: articulación cuerpo y significante. El falo:
significante de la castración.
El mito de Edipo: un sueño de Freud. El mito y lo real.
El padre real como operador estructural. La noción de padre muerto.
Bibliografía
Lacan, J Escritos II La significación del falo
La subversión del sujeto y dialéctica del
deseo en el inconsciente freudiano
Seminario 17 El Reverso del Psicoanálisis Clases 6, 7, 8 y
9
Jullien, Phillipe: El manto de Noé, capítulo II Una triple dimensión.
UNIDAD 4 LÓGICA DE LA SEXUACIÓN.
Lógica de la castración: no hay relación sexual. La asunción del sexo
más allá de las diferencias sexuales anatómicas. Las fórmulas de la sexuación.
El falo como ordenador del goce sexual. La función fálica y el otro
sexo. Diferencia entre significación
fálica y goce fálico.
Bibliografía
Freud, S. Algunas consecuencias psíquicas de la
diferencia sexual anatómica (1925)
Lacan, J Seminario XX Aún Cap
VI Dios y el goce de la mujer Punto 3
y cap VII Una carta del amor
Millot, Catherine: Nobodady, La
histeria en el siglo
UNIDAD 5 MÁS ALLÁ DEL PADRE
La roca de la castración: La envidia del pene y la amenaza de
castración.
Su articulación con el fin de análisis. La destitución del padre
ideal. El duelo por la posición fálica.
Más allá del padre: servirse de sus dones.
Más allá del padre y posición del analista.
Bibliografía
Freud, S. Un trastorno de la
memoria en la Acrópolis (1936)
Estacolchic, R. Apuntes clínicos
de un psicoanalista Capítulos: Versiones clínicas del padre y Más allá del
padre
INCONSCIENTE Y
REPETICIÓN
Materia : Inconciente y
repetición 2017
A cargo de Masu Sebastian y Nelly Urbina
Fundamentación
“La omisión es lo que enferma” S. Freud
“Nunca me dediqué a otra cosa que a ese saber
llamado inconsciente”. J. Lacan
Cada vez que un analista se propone abordar el
concepto del Inconsciente en el campo de la enseñanza se ve enfrentado a
practicar la dificultad. La complejidad del concepto viene asociada a las
condiciones a que está supeditado: adentrarse en él, abordarlo realmente es
posible sólo por la vía de una experiencia.
Si enseñar es abrirse paso, trazar algunas rutas
en el camino, ¿cómo trazarlas cuando se trata del inconsciente?
En principio, decidimos atenernos a los pasos que
aprendimos a dar con Freud: ir a los hechos de la experiencia, leerlos,
ponerlos a prueba, partiendo siempre desde allí. Él mismo supo, a su vez,
aprenderlo de Charcot: “la teoría está bien, pero eso no impide existir”.
Valiéndonos, entonces, de los “casos” clásicos, de los de nuestra práctica
cotidiana, de los de los colegas que cursen con nosotras y quieran exponerlos,
recorreremos nuestras preguntas. Las que ya tenemos, razón por la cual nos
presentamos, y las que surjan, lo damos por descontado, por efecto del trabajo.
Porque el inconsciente es siempre lo que se dice, una puesta en acto de nuestro
decir pretendería ir más allá de lo que nosotras mismas sabemos. Sólo de esa
manera, daríamos lugar a la oportunidad de alguna extrañeza que nos cause y nos
interrogue; que nos permita renovar nuestra relación al saber en lo que nos
concierne como analistas.
Michel Foucault atribuye a Freud el estatuto de
instaurador de discursividad, no solo por la obra que produjo, sino porque
obliga a quienquiera hablar de psicoanálisis a pasar por su letra. Se trata de
una creación muy particular: la fundación del inconsciente producida desde el
propio inconsciente. Si Freud se
implicó para descubrirlo ¿por qué razón dejaríamos de hacerlo al decidir
recorrerlo?
En el capítulo VII de La interpretación de los
sueños Freud irá definiendo el Inconsciente, los fenómenos con los
que trabaja y nos pone a trabajar. Sigue siendo admirable el valor que él
le asigna al tropiezo, a la emergencia de ellos, invitando a leerlos
desde la vida cotidiana, a través de los sueños, actos fallidos, y el chiste o
la agudeza. Va configurando la materia, absolutamente novedosa y desechada por
otras disciplinas, con que trabajamos los analistas: fallas, fisuras,
jirones, ocurrencias, y allí es, donde va a buscar el Inconsciente.
Fenómenos que producen sorpresa, conmoción para el sujeto en la medida que le
revela algún deseo propio. Hallazgo, que en cuanto se presenta es
rehallazgo, siempre dispuesto a escabullirse, instaurando nuevamente la
dimensión de la pérdida.
Recorreremos el Inconsciente y sus formaciones,
las operaciones allí involucradas de lectura, cifrado, descifrado. Pasos que
Freud ha dado, desde el momento en que escuchó a sus histéricas. “¡Qué
convincente era el proceso de la rememoración en las primeras histéricas!” Sin
embargo, debimos aprender que eso no marchaba más que hasta un cierto límite,
lo real. Lo que siempre vuelve al mismo sitio. Ese tope, encontrarse con ese
tope es la condición misma de la repetición. Distintas modulaciones a ser
desplegadas, rememorar, reproducir, repetir. Trabajar el concepto de
repetición, esencial para captar el de inconsciente, nos lleva necesariamente a
revisar la pulsión. Conceptos solidarios a ser revisados. En Más allá del
principio del placer “la pulsión es aprehendida en los términos más
universales como un esfuerzo por repetir una situación que había existido una vez y fue
cancelada por una perturbación externa”. Es esa falta lo que motiva a ese drang
de la pulsión como esfuerzo o perentoriedad por repetir. Dando una vuelta
más, ir abordando la repetición no sólo como simbólica sino fundamentalmente
como real, como tyche.
La función de repetición lo llevó a Freud a decir
“nada puede ser captado, destruido ni quemado, sino de manera como se dice
simbólica, in effigie, in absentia”. Fórmula que determina el lugar del
analista formando parte del inconsciente.
Si por inconsciente entendemos “lo que se
instituye de lo imposible de reconocer”, abordarlo es, fundamentalmente hacer
lugar al sujeto. A la spaltung, esa división incurable, que sólo se trata
atendiendo al inconsciente. Por las vías con las que contamos, las del
lenguaje. Efecto de esa relectura es su fórmula, su “hilito”, según él mismo
testimonia: “el inconsciente está estructurado como un lenguaje”. Hay escritura
en lo inconsciente dice Lacan que ha sabido poner su lupa sobre el texto de
Freud. Así, el sueño, el lapsus y el chiste se definen por lo legible. De igual
modo, el síntoma. La necesidad lógica que tiene el inconsciente como discurso
hace del síntoma el orden por el que se revela nuestra política; a partir de
ese orden es posible la interpretación. Todas estas formaciones se producen
para ser leídas, están ligadas a una doble economía: la de la escritura y la de
la palabra. Es en lo legible, en lo que consiste el saber. El inconsciente es
el único patrimonio de saber para el interés del sujeto en pos de que la
elaboración de ese saber, deje advenir un límite, ese ombligo, ese real.
La lectura a la que se arribe del inconsciente
determinará la finalidad de una cura. Y el inconsciente quiere el fin, lo
busca, como puede leerse en el seminario 11: “El inconsciente se
encuentra en la orilla estrictamente opuesta a la del amor”. Pista
lacaniana para direccionar la cura que apunte al fin de un análisis.
Ejes:
a)
Fundación del inconsciente desde el inconsciente
Construcción del concepto. El sujeto barrado. De
donde está supuestamente inscripto a reinscribirse nuevamente. El inconsciente
como saber disarmónico. Correspondencia de Freud. Vacilaciones y
hallazgos que dan cuenta de su invención. La institución de la peste. El
psicoanálisis fundado por un sueño de Freud.
Las formaciones del inconsciente. Sueño de
Inyección de Irma. La interpretación de los sueños de Freud. La lectura de
Lacan sobre el mismo sueño. De dejarse llamar por Irma a llamarnos a los
analistas. Trasmisión y legado del psicoanálisis
Inconsciente estructurado como un lenguaje. La
Urverdrangt. Aquello del inconsciente
que nunca será interpretado. No hay sujeto más que por un significante y para
otro significante. Ningún significante puede significarse a sí mismo. Caso
Signorelli. El olvido del nombre. Los pensamientos reprimidos y la pregunta. La
implicación de Freud frente a la muerte. La omisión y la emergencia de palabra
b)
Inconsciente articulado a la repetición.
“El inconsciente no es perder la memoria, es no
acordarse de lo que se sabe”. Memoria y pensamiento de repetición: diferencias.
Distintas modulaciones a ser desplegadas, rememorar, reproducir, repetir.
Mensaje que insiste. La repetición: función simbólica, función real: automatón
y tyche. Política del inconsciente. El síntoma instituye el orden
por el cual se revela nuestra política. Del inconsciente a la cura. A nivel del
discurso no hay universo. Falta y repetición. La letra que falta da lugar a que
otras funcionen. La carta robada de Edgard Allan Poe y la reescritura de
Borges
La
trama -Borges
Para que su horror sea perfecto, César, acosado al
pie de una estatua por los impacientes puñales de sus amigos, descubre entre
las caras y los aceros la de Marco Junio Bruto, su protegido, acaso su hijo, y
ya no se defiende y exclama: ¡Tú también, hijo mío!. Shakespeare y Quevedo
recogen el patético grito.
Al destino le agradan las repeticiones, las
variantes, las simetrías; diecinueve siglos después, en el sur de la provincia
de Buenos Aires, un gaucho es agredido por otros gauchos y, al caer,
reconoce a un ahijado suyo y le dice con mansa reconvención y lenta sorpresa
(estas palabras hay que oírlas, no leerlas): ¡ Pero che! Lo matan a uno y no
sabe que muere para que se repita una escena.
c)
Inconciente y su relación con la escritura
La economía de la escritura y el chiste
freudiano. La escritura del sueño, síntoma, lapsus, olvido. “Todo lapsus es
calami”. La vía del acto inconsciente. El inconsciente y el no soy. La
sorpresa, la risa. El “familionario” de Freud. Leer en lo que se oye. De cómo
el analista participa de la escritura del análisis. El juego con el equívoco y
la abolición de sentido.
MATERIAS SEGUNDO AÑO
PULSIONES
A cargo de: Edgardo Haimovich
Invitados: Rosa Czerniuk,
Noemí Nucenovich, Laura Rozemberg
La propuesta apunta a considerar las consecuencias en la teoría y
en la práctica analítica de los problemas que introduce el “concepto” de
pulsión.
Su ubicación en el lugar de los fundamentos deriva del planteo
freudiano que concibe al síntoma como la “vida sexual de los neuróticos”.
Si la pulsión es un eco en el cuerpo del hecho de que hay un
decir, esto exige interrogar las incidencias sobre el cuerpo de la estructura
del lenguaje y de la función de la palabra.
Se pone así de relieve que el cuerpo que interesa al psicoanálisis
no se reduce a la “extensión”, y por lo tanto no obedece a las leyes de la
anatomía.
Que sea un cuerpo pulsional implica que el régimen del placer en
el que resulta tomado comporta el (re)encuentro de una satisfacción que desvía,
perturba y excede tanto la que concierne a las necesidades vitales como la que
acomoda el placer al principio de homeostasis.
Resulta insoslayable dar cuenta de una satisfacción que se logra
fallando el encuentro con el objeto, falla que empuja perentoriamente a una
repetición de su circuito.
Esta paradoja llega al extremo de hacer de la sublimación, con su
cambio de fin, uno de los modos más logrados del fallar.
Acaso sea la pulsión el lugar en el que retornan las complejidades
de la cuestión del trauma, una vez “abandonada” por Freud la teoría traumática
del síntoma.
Si la fantasía, heredera del trauma en la etiología del síntoma,
corría el riesgo de empujar al psicoanálisis hacia una pendiente idealista, el
“grano de arena” pulsional de la fantasía recupera esa dimensión de núcleo
real, refractario a la representación, presente en el trauma en tanto
inasimilable.
En este contexto se sitúa el debate sobre la “serie” de las
organizaciones pulsionales, con las polaridades que les corresponden, su
articulación con la fase fálica y por ende sus relaciones con la no inscripción
de la diferencia sexual.
A esto se agrega la cuestión de la pulsión de muerte, entendida no
como un término que hace par con Eros, sino como un principio de discordia que
afecta al campo libidinal mismo, introduciendo un “silencio” en el que es
menester distinguir sus formas más mortificantes (melancolía, autismo de las
psicosis) de aquellas otras en las que dicho silencio opera como causa de deseo.
Punteo esquemático de los principales temas a desarrollar:
1) Teorías freudianas de las pulsiones
a) Los "dualismos” pulsionales
b) La pulsión de muerte
2) Las pulsiones y la segunda tópica
freudiana
a) El yo: destino narcisista de las
pulsiones
b) El superyó: abogado del ello
Imperativo superyoico de goce
c) El ello: esquemas filogenéticos. Anclaje
de las pulsiones en el “saber de la especie”
d) La fantasía: soldadura de la pulsión en
el marco edípico
3) Dimensión pulsional de la sexualidad
a) Perversión polimorfa
b) Organización genital infantil
c) Las faltas pulsionales y la falta fálica
4) Concepción lacaniana de las pulsiones
a) Montaje de la pulsión y su circuito
b) La relación con la demanda, el deseo y
el goce
c) La “otra satisfacción”
d) Los objetos y el objeto (a)
e) Pulsión y sublimación
5) Las pulsiones en la experiencia analítica
a) Su incidencia en la transferencia y la
resistencia
b) Su lugar en la posición del analista
c) Su lugar en la interpretación, el acto
analítico y la declinación de la transferencia
d) La dimensión pulsional en la
psicopatología en su diversidad clínica y en el “carácter”
e) Controversias en torno a las llamadas
“patologías del acto”, “impulsiones”, etc.
6) Teoría Kleiniana de los instintos
Instinto de muerte: destructividad y envidia primaria
TRANSFERENCIA Y DIRECCIÓN DE LA CURA
Profesor Titular: Lic. Gustavo Rebagliati
Profesores asociados: Lic. Diana Golluscio - Lic
Gabriel Linari - Lic.
Gloria Pisanu' - Lic. Leonor Suárez
Consideramos central que la conjunción
de Transferencia y Dirección de la Cura
constituya uno de los pilares del Psicoanálisis y por tanto lo sea, también, de
la formación del Curso Prolongado de Postgrado en Psicoanálisis.
Es el abandono del análisis de la
emblemática paciente Dora que sorprende a Freud obligándolo a re-pensar la
transferencia, a virar desde un falso enlace donde los deseos inconscientes se
actualizan en la persona del médico, hacia la transferencia como motor de la
cura.
La enseñanza de Lacan despliega sus
desarrollos teóricos, desde la desestimación de la intersubjetividad hasta la
noción de Sujeto Supuesto Saber; y también, el transporte del objeto “a” del
fantasma del analizante, a la función de “agalma” soportado por el analista encarnado
en la transferencia.
Sin transferencia no habría análisis
posible, es por la puesta en juego de esa especial relación,
analista-analizante, que se producirá un encuentro y una dirección de la cura,
posible.
En el quehacer de la transmisión, no podremos
soslayar
la relación del sujeto con la época.
Ya señalada por Lacan en la célebre
frase:"Mejor que renuncie quien
no pueda unir su horizonte a la subjetividad de la época" confronta al
analista nuevamente, con su responsabilidad y su ética.
Es posible aun sostener aquel:“les
traemos la peste...”?
Nuestra pretensión, nuestra apuesta
estará dirigida a interrogar los conceptos, las imposturas, los
sobreentendidos. Interrogar la clínica,
su lógica, operatoria y eficacia.
El programa parte del Marco Teórico de
cada tema; luego el trabajo en Grupos de investigación de
Textos ,dinámicamente articulados a través de la presentación de
recortes clínicos pertinentes.
MATERIAS TERCER AÑO
INHIBICIÓN, SÍNTOMA Y ANGUSTIA
A cargo de Adrián Kripper
Asociados: Ariel Abelairas,
Gladys Muller, Paula Eskenazi
PSICOSIS
Titular: Dr. Norberto Giarcovich
Docente invitado: Lic. Raúl Sommer
Objetivos y ejes temáticos
Se propone un trabajo de lectura e investigación sobre la cuestión
de las psicosis desde el campo del psicoanálisis.
Si bien se incluirá nosografía psiquiátrica, los ejes teóricos son
aquellos aportados por Freud y Lacan.
Ubicaremos en primer término la cuestión de La paranoia ya que
esta tiene un lugar privilegiado en la doctrina freudiana.
Luego, La parafrenia y las formas clínicas de La esquizofrenia.
Por último trabajaremos lo concerniente a La melancolía, La manía
y La erotomanía, junto con la llamada Folie á deux.